Entender la relación entre alturas ha sido el centro de la mayor parte de la teoría musical occidental. Desde Pitágoras con sus proporciones entre longitudes de cuerdas, pasando por Boecio, Zarlino, Ramos de Pareja hasta Schönberg y nuestros días.
El estudio actual de la armonía que se hace en los conservatorios es una especie de SIMULACIÓN que pretende recoger aspectos de la práctica musical desde el siglo diecisiete hasta principios del veinte (un periodo a lo largo del cual, como te puedes imaginar, la música y sus prácticas cambiaron en gran medida). Su método, en principio, no está mal: mezcla teoría y práctica, aplicando una a la otra mediante un triple enfoque: escritura, análisis y reconocimiento auditivo.
Sin embargo, la enseñanza en grupos grandes hace que normalmente falte tiempo para resolver las dudas de todo el mundo y, en definitiva, para cruzar ese puente, irreal pero imponente, que se forma en la mente de alumnas y alumnos entre lo que se estudia en clase y la música "de verdad".
¿No te pasa que en clase lo tienes todo claro, pero al hacer los ejercicios en casa te aparecen millones de dudas? En el Grupo de Armonía podrás repasar aquellos aspectos teóricos que se te resisten, a la vez que colaboras en la realización de ejercicios, no en casa, sino durante la clase, mano a mano con tus compañeros y compañeras. En el proceso, aprenderás a distinguir las diferentes situaciones que se te presentan en los ejercicios, y a resolverlas de la mejor manera. La práctica hará que acabes asimilando estos esquemas de resolución y aplicándolos de forma casi intuitiva.
Si no te gusta mucho interactuar, y prefieres aprender a tu ritmo, las clases individuales son lo tuyo. Enseñanza de igual a igual: le daremos a cada concepto las vueltas necesarias para que te hagas con él y lo incorpores a tu forma de ver la música.